sábado, 24 de diciembre de 2011

EXCAVACION EN LEZETXIKI SUPERA EL LIMITE DE LOS 150.000 AÑOS.

Dos dientes neandertales y un húmero de una mujer atribuido a una especie anterior, denominada “homo heidelbergensis”, son los fósiles humanos encontrados hasta ahora en la cueva de Lezetxiki por los investigadores, quienes aún mantienen la esperanza de hallar en ella más restos de nuestros antepasados.
El prestigioso etnólogo vasco Miguel de Barandiarán fue el primero en excavar entre 1956 y 1968 este yacimiento, que se ha convertido en una referencia científica para la arqueología del Paleolítico peninsular y cantábrico.
 Huesos de osos de las cavernas, bisontes, cabras montesas, corzos y ciervos constituyen hallazgos habituales cada verano en esta cueva, situada en un paraje boscoso de Arrasate (Guipúzcoa), que esporádicamente ofrece descubrimientos extraordinarios, como el recientemente el hallazgo del maxilar de uno de los últimos monos que vivieron en la Península Ibérica.
Álvaro Arrizabalaga, miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y director de las excavaciones, ha explicado a Efe que este verano los investigadores han alcanzado los sedimentos correspondientes a la época en que, hace unos 180.000 años, se derrumbó el
techo de la gruta, del que se desprendieron dos grandes rocas, de unas dos toneladas cada una, que ahora es preciso retirar.
Arrizabalaga ha aclarado que este hecho supone “un incordio grave” desde el punto de vista de la logística porque será necesario trocear y sacar a mano ambas piedras debido a la abrupta orografía del terreno, si bien se ha mostrado confiado en que, “una vez superada esta complicación”, los restos que se encuentren estarán “mejor conservados” por la protección que les han brindado los dos grandes bloques.
El experto ha avanzado que, en adelante, los nuevos hallazgos serán propios de una verdadera cueva, porque los localizados hasta este momento correspondían a un escenario al aire libre o a un lugar de “abrigo”, pero no a una caverna propiamente dicha.
“Ahora cambiará la manera de interpretar el registro y posiblemente también el modelo de ocupación” humana del sitio, ha concretado el arqueólogo, quien ha desvelado que los investigadores tienen “una expectativa grande” por los hallazgos que se puedan hacer en adelante en este lugar.
 Aunque la campaña de este año no terminará hasta el 13 de julio, las excavaciones se encuentran avanzadas. Los científicos han superado ya en cerca de un metro y medio los trabajos que en su momento hizo Barandiarán, donde siguen apareciendo huesos de osos de las cavernas y otros animales como marmotas, que indican la existencia un clima frío en aquella época.
Las herramientas de piedra son “muy toscas” -núcleos, raederas y lascas- y suponen una “transición” entre las industrias Achelense y Musteriense, con menor presencia del sílex, y que podrían haber sido obra de los primeros neandertales o de los últimos “homo heidelbergensis”.
Además de estas excavaciones, los científicos están llevando a cabo la recogida de muestras en una zona denominada Lezetxiki II para realizar pruebas analíticas y estudios sobre restos de polen, micromamíferos y sedimentología.

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