miércoles, 31 de octubre de 2012

CONFERENCIAS SOBRE EVOLUCIÓN HUMANA EN EL X ENCUENTRO CON LA CIENCIA.

Este año se celebra el X aniversario de Encuentros con la Ciencia , un ciclo de conferencias que es toda una referencia en la divulgación científica y técnica en Málaga. En estos 10 años han pasado por Málaga más de 60 prestigiosos científicos que han impartido conferencias de lo más variado.

La primera de estas conferencias, Lunes 22; "Orce: carroña y evolución humana" impartida por el Dr. Bienvenido Martinez Navarro, miembro del IPHES, fue una gran oportunidad de profundizar en los yacimientos paleontologicos de Orce (FuenteNueva 3 y Barrancoleon en especial) y en sus restos de fauna del pleistoceno inferior.

La jornada del viernes 26 comenzó con la exposición "Que difícil es ser humano", un recorrido de la evolución de la especie humana atraves de un conjunto de replicas de cráneos que iban desde el australiphitecus hasta los hombre anatomicamente modernos (h.a.m.). Dicho conjunto de replicas son de un gran valor científico y divulgador ya que una colección como esta es escasa y solo algunas organizaciones científicas contienen un material como este.

Esta exposición también contaba con una gran muestra del material prehistórico de la comarca del Gudalteba (Málaga). Esta comarca y su red de patrimonio, esta apostando fuerte por la puesta en valor de su patrimonio histórico y arqueológico y esta es solo una muestra de la calidad de sus yacimientos.
 
"En la exposición se muestra industria lítica documentada en yacimientos de la comarca del Guadalteba de amplia cronología (800.000 – 30.000 años). Signos evidentes de intensa actividad en el territorio por grupos sociales de cazadores – recolectores – pescadores. La exposición es muy interesante, recomiendo a todos visitarla."


Esta jornada continuo con la conferencia "Los hominidos de Atapuerca: crisis en la Europa del pleistoceno" impartida por la Dr. María Martinón Torres, miembro del CENIEH. Los yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos) han permitido reescribir la historia de la evolución humana en Europa. Con un registro fósil que cubre un periodo de más de un millón de años hasta la actualidad y al menos dos especies humanas diferentes, Homo antecessor y Homo heidelbergensis, los yacimientos de Atapuerca han proporcionado a Europa un protagonismo en el ámbito de la evolución humana que hasta ahora parecía exclusivo del continente africano.

jueves, 25 de octubre de 2012

DESCUBIERTO UN POBLADO DEL IV MILENIO A.C. EN EL TERMINO MUNICIPAL DE ANTEQUERA.

Una vez más las obras del AVE Granada-Bobadilla vienen a confirmar la existencia y naturaleza de un yacimiento que ya estaba zonificado en el actual PGOU del término municipal de Antequera, sólo que en esta ocasión el equipo que arqueólogos que delimitó el yacimiento se quedó corto: los trabajos de arqueología preventiva que se han desarrollado y los trabajos posteriores dirigidos por el arqueólogo Luis Efrén Fernández (Taller de Investigaciones Arqueológicas) de zonificación y prospección apuntan a que el yacimiento abarca una superficie mucho mayor que la propuesta en el primer estudio.
 
El equipo de arqueólogos ha excavado una longitud superior a los 700 metros (la zona afectada por la traza del AVE) en cuyo límite oriental se ha descubierto uno foso que delimitaría el yacimiento. Los trabajos desarrollados apuntan a que el asentamiento se establecería sobre una superficie de planta casi circular con alrededor de 1400 metros de diámetro, lo que daría un área útil de ocupación prehistórica realmente desmesurada, en torno a las 150 hectáreas. Esto podría constituir algo nunca visto en estas tierras, hasta la fecha, entre los asentamientos de esta cronología. En Arroyo Saladillo tenemos todo el abanico de posibilidades materiales que acompaña a estos yacimientos, situados en la transición del Neolítico al Cobre, en términos convencionales: finales del VI-principios del III a.C.Los materiales que se han recuperado son los habituales en este tipo de asentamientos: cerámicas decoradas y aquellas destinadas al almacenaje, preparación y consumo de alimentos, pesas de telar y toberas cuyo uso puede relacionarse con el desarrollo de una incipiente actividad metalúrgica.
 
En relación a la industria lítica, Saladillo aporta las tipologías características de un asentamiento agrícola con escasos materiales procedentes del exterior de la comarca de Antequera (hachas de doble filo. Azuelas, molinos de mano, morteros, etc.).También se ha documentado el empleo de “ocre rojo”, asociado a la ornamentación de las cerámicas y empleado dentro de ritual funerario. La industria ósea sólo se ve representada por algunos punzones de hueso y entre los objetos de ornamento personal destacan algunas pulseras de mármol y conchas.
 
También llama la atención el hallazgo de tres idolillos de pizarra. La agricultura queda documentada en determinadas áreas de concentración de actividades de molienda, elementos de hoz de sílex y en las propias estructuras de almacenaje, se trata de 139 silos de cereales o productos hortícolas y leguminosas, con restos carbonizados en algunas de ellos (cebada y trigo). Importante en cuanto volumen y diversidad parece haber sido la cabaña ganadera : bóvidos, ovicaprinos y suidos (cerdos). Son especies, habituales en el registro faunístico de esta fase y su explotación implica varios recursos derivados, lácteos, textiles (lana), curtidos, incluso combustible.
 
Los cánidos descubiertos en una de las estructuras excavadas, pueden constituir un buen dato para comprender la importancia de esta actividad económica ganadera y cinegética y posiblemente aporte nuevos datos sobre aspectos rituales de este fiel amigo del hombre. Precisamente la actividad cinegética también parece haber tenido su peso en la dieta del grupo, así se han descubierto restos de jabalí, cérvidos, avifauna, grandes zancudas, entre otros. Con respecto a la malacofauna, explotación de los recursos fluviales del medio, así como de los contactos con el marco litoral, se ha documentado la recolección del mejillón de río, la almeja fina, el mejillón mediterráneo, la almendra de mar, berberechos, caracolas, caracoles marinos y ostras.
 
El primer elemento que destaca en Saladillo, es sin duda el hallazgo del foso. Primero localizado en el interior malacitano y, segundo de la actual provincia. Saladillo presenta, en todo caso, una cronología más antigua que bordea los límites entre el Neolítico y Calcolítico. La serie de consideraciones sobre estos yacimientos delimitados o defendidos por zanjas, bien conformando anillos concéntricos o bien definiendo sectores concretos de los mismos, se apoya en buena parte de las explicaciones, primero en aspectos funcionales defensivos o, al menos disuasorios de forma más reciente en algunos casos se ha definido la línea de un posible uso como sistemas de regadío. Para sus excavadores no queda duda de que el foso de Saladillo, al igual que lo haría una muralla, delimita y defiende un perímetro en cuyo interior se desarrollan multitud de actividades vitales que son propias de la Humanidad, desde tiempos pretéritos hasta la actualidad. inhumados que no se ciñen al ritual específicamente dolménico, así como cinco inhumaciones ortodoxas efectuadas en el interior de varios silos. Los restos fueron situados en posición fetal con dos individuos infantiles, la disposición parece tendida o ligeramente flexionada. En este caso el menor de los individuos, probablemente un infantil femenino, presenta elementos de ajuar asociados, azuela y punzón de hueso y yacía bajo una superposición de herbívoros sacrificados en edad juvenil.
 

Uno de los individuos fue enterrado en compañía de un ovicaprino completo, apareciendo entre los restos del posible túmulo que lo cubrió, el cadáver fue espolvoreado de ocre rojo y aún se conservaba la pigmentación de algunos de los restos óseos, a continuación se cubrió el enterramiento con una estructura de grandes losas y se remató el complejo fúnebre con un túmulo de cantos y bloques de planta circular. Saladillo y los doce nuevos asentamientos descubiertos de esta época demuestran la elevada densidad de poblamiento para estos momentos y lo temprano que se desarrolla en la zona el paisaje megalítico, fruto de la situación geográfica de cruce de caminos, las conexiones con el litoral y la posibilidad de acceso a importantes fuentes de aprovisionamiento de recursos líticos junto con la fertilidad y potencialidad cinegética, silvícola y agropecuaria de los terrenos. Es, por tanto, uno de los hallazgos que, hasta la fecha, más luz arrojan sobre esta etapa en el interior de la provincia de Málaga.

Todos estos datos serán expuestos en la conferencia que el arqueólogo Luis Efrén Fernández pronunciará en la tarde de hoy viernes 19 de octubre, a partir de las 20 horas en el Museo de la Ciudad de Antequera dentro del ciclo de conferencias de otoño que organiza dicha institución dependiente del Área de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Antequera. En el transcurso del acto se expondrán en una vitrina los objetos más destacados que se han recuperado durante la excavación.

domingo, 7 de octubre de 2012

RED PATRIMONIO GUADALTEBA


                                            http://proyectoguadalteba.blogspot.com.es/



El equipo de expertos de la Universidad de Cádiz ha estudiado el material lítico hallado en los sondeos realizados en la Cueva de Ardales y la Sima de Las Palomas de Teba, en el marco del proyecto de investigación internacional que se está desarrollando en Guadalteba. El equipo, que ha permanecido en la comarca varios días, ha estado compuesto por el prehistoriador José Ramos, acompañado por el Geólogo, Salvador Domínguez y los investigadores Antonio Cabral y Antonio Barrena, en coordinación con el equipo alemán que dirige Gerd-Christian Weniger, para el estudio de la industria lítica –piedras talladas y herramientas- que se obtuvieron en ambas cavidades en otoño de 2011 y marzo de 2012.

sábado, 6 de octubre de 2012

CUEVA DE ARDALES: SEGUN UN ESTUDIO EL HOMO SAPIENS UTILIZO CERA DE ABEJA PARA HACER LAMPARAS.

Los investigadores han comprobado la eficacia de la cera como combustible.

 
¿Por qué en la Cueva de Ardales se han encontrado restos de arte rupestre de hace 25.000 años cuando en el resto de cavernas de Andalucía los motivos más antiguos se remontan 5.000 años atrás? ¿Fue aquí donde los primeros Homo sapiens se atrevieron a llegar a las cavidades más recónditas y oscuras que nunca alcanzaron sus antepasados neandertales? ¿Qué tecnología utilizaron para explorar y habitar unas profundidades nunca antes pisadas?
 
A estas y otras preguntas podría responder una reciente investigación que sostiene que la clave de todo fue un paso de gigante en lo que se refiere al uso del fuego por parte del hombre prehistórico, quien empezó aquí a utilizar cera de abeja como combustible de las primitivas lámparas de la época. Así lo afirma un estudio científico de Pedro Cantalejo y María del Mar Espejo, miembros de la Red de Patrimonio Guadalteba, que presentó recientemente estas conclusiones en el prestigioso Ciclo de Conferencias de la Sociedad Prehistórica de Cantabria que se celebra anualmente en aquella comunidad autónoma.
 
Para reforzar la teoría, los investigadores realizaron pruebas de campo con las que demostraron que las lámparas con cera de abeja aseguraban una iluminación mucho más eficaz y duradera que las antorchas que se valían de grasa animal, la sustancia que los estudios anteriores señalaban como el combustible más probable. «Teníamos interés en conocer cómo se hicieron las necesarias exploraciones para realizar o visitar este arte en el interior oscuro de las grandes cuevas, porque su situación, en zonas de difícil progresión, necesitaba de una iluminación segura. Cuando probábamos con lámparas de grasa no funcionaban y nos ponían en peligro porque se apagaban al más mínimo desnivel del recipiente», explica Pedro Cantalejo.
 
 
Por el contrario, el trabajo de la Red de Patrimonio Guadalteba subraya las cualidades de la cera, que se sacaba apretando las colmenillas y colocándola sobre una roca en forma de cuenco o sobre conchas marinas, ya que se cree que este mismo método se empleó en la cueva del Cantal de Rincón de la Victoria, más cercana a la costa.
 
Respecto a la mecha, se ha comprobado la eficiencia de las liadas con pelo de animal (lana) y fibra vegetal (musgo, ramitas de enebros u hojas de matagallo). El estudio es tan detallado que hasta se ha comprobado la duración del fuego con este tipo de ingenio. En concreto, una cantidad aproximada de 20 gramos (equivalente a un panal de 10 por 10 centímetros) con una mecha de siete centímetros impregnada en la misma cera dura una hora aproximadamente. Además, la recarga tanto de cera como de mecha podía realizarse sin complicaciones.
 
 
«Tres personas portando este tipo de iluminación pueden adentrarse en cualquiera de nuestras cuevas, apoyándose unos a otros en la progresión, como ocurre hoy en día en la actividad deportiva de la espeleología», apunta Cantalejo.
 
Este hallazgo viene así a reforzar la teoría de que fue en la Cueva de Ardales donde se realizó el primer arte rupestre del sur de la Península Ibérica, coincidiendo con la llegada a estos lares de los primeros homo sapiens, quienes, a diferencia del hombre de neandertal, osaron alcanzar las grutas más oscuras gracias a este tipo de combustible.
 
No en vano, esta cueva, también conocida como la de Trinidad Grund (quien financió en su día su acondicionamiento para su uso turístico) es la única que data del Paleolítico del conjunto de las nueve cavidades de Andalucía incluidas dentro del Itinerario Cultural Europeo Caminos de Arte Rupestre Prehistórico, que agrupa a yacimientos de siete países.
 
 
Para la Red de Patrimonio Guadalteba, dicha inclusión supuso un reconocimiento a las medidas de protección, recuperación y estudio que se iniciaron en el lugar hace 25 años con la decisión de impedir el proceso de deterioro.
 
Este último trabajo se encuadra pues dentro de un ambicioso programa que ha dejado atrás el enfoque de la cueva únicamente como atractivo turístico en favor del estudio científico, aunque todavía se pueden hacer visitas previa cita con el Centro de Interpretación de la Prehistoria de Ardales.
 
Entre los motivos artísticos más llamativos de sus paredes destacan las huellas de manos, marcas de exploradores y los dibujos de animales y mujeres.
Fuente: Sur.es

NEANDERTALES Y SAPIENS CONVIVIERON PACIFICAMENTE EN EL NORTE DE ISRAEL.

Los neandertales pudieron haber convivido con los primeros seres humanos y, posiblemente, se cruzaron con ellos, según una nueva investigación.

Hachas de piedra y puntas de flecha de sílex, de las dos ramas de la raza humana, han sido descubiertas en cuevas de piedra caliza en el norte de Israel.

Los resultados, publicados en The Times, han llevado a los arqueólogos a creer que las dos sub-especies se hallaban en armonía en una cordillera de la costa que en la actualidad se encuentra en estado de guerra con sus vecinos.
 
Ninguno de los huesos descubiertos en Nahal Me'arot -un lugar que es Patrimonio Mundial- tenían heridas mortales, lo que sugiere que los hombres prehistóricos vivían en paz unos con otros hace 80.000 años.
 
Los neandertales eran mucho más sofisticados que lo que ellos han sido acreditados, según comenta el arqueólogo Daniel Kaufman, con sus propios rituales funerarios y, posiblemente, habilidad de lenguaje, junto con su capacidad para fabricar herramientas.

Él dijo al escritor James Hilder que creía que el cruzamiento pacífico fue más probable que el resultado de ataques de violación.

Kaufman advierte: "Si ese mestizaje tuvo lugar, debió haber sido aquí. Y llamar a alguien neandertal es un insulto para el hombre de neandertal".

Los estudios genéticos han indicado que los europeos modernos tienen entre un 1 y 4 por ciento de sus genes procedentes de los neandertales, los cuales se extinguieron hace 28.000 años.

El valle encajonado de Nahal Me'arot también incluye las cuevas de Tabun, Jamal, el-Wad y Skhul, que tienen depósitos culturales que representan medio millón de años de la evolución humana.
Hay evidencias de iniciales arquitecturas de piedra y cambios de estilo de vida de cazador-recolector hacia la agricultura y la ganadería.

La arqueóloga británica, Dorothy Garrod, fue la primera que exploró las cuevas en 1928. Ahora hay 40.000 visitantes al año.