jueves, 31 de enero de 2013

ARQUEOLOGOS ENCUENTRAN EN LA CUEVA DE NERJA EVIDENCIAS DE CONSUMO DE CARNE Y GRASA DE BALLENA HACE 14.000 AÑOS.


Un nutrido equipo de arqueólogos españoles y de otros tres países ha desenterrado ahora los restos de aquella comilona en la cueva de Nerja. Las sobras del banquete se componen sobre todo de dos especies de balanos, crustáceos que sólo crecen pegados a la piel de la ballena franca austral. La presencia de estos crustáceos en los restos de una hoguera de unos 14.000 años dentro de la cueva no deja lugar a dudas, según los investigadores.
 
Este es el primer caso de consumo de carne y grasa de ballena en Europa que se ha documentado”, explica Jesús Jordá-Pardo, coautor del estudio, que se publica en la revista Quaternary International.
 
Por aquella época, conocida como Magdaleniense, la costa de Nerja era perfecta para el turismo. Hoy el litoral de esta zona de Andalucía está lleno de acantilados y pequeñas calas de arena, pero hace 14.000 años estaba hecho de largas playas de arena con dunas y bosques de pinos, “un paisaje muy parecido al que hoy hay en Doñana”, comenta Jordá-Pardo.

Mariscadas y conejo

Los restos hallados en Nerja ya evidenciaban que los humanos eran afines a la mariscada a base de cangrejos, moluscos y pescado. Tierra adentro, el menú más común era el conejo con algún interludio de cabra. El nuevo hallazgo añade un nuevo matiz de complejidad a la dieta de aquellos homínidos y fortalece la teoría de que, esporádicamente, se comían a los mamíferos marinos que encontraban varados en la playa.
 
En la misma cueva de Nerja se habían hallado ya vértebras quemadas de delfín y huesos de foca que así lo probaban. Los 167 crustáceos de ballena hallados ahora (la colección más amplia de este tipo de crustáceos desenterrada en un yacimiento prehistórico) prueban que los primeros comedores de ballena documentados fueron los humanos de Andalucía.
 
“Es un estudio muy interesante y la interpretación que hacen los autores es sensata”, opina Clive Finlayson, director del Museo de Gibraltar y experto en neandertales. Finlayson ha encontrado cerca del Peñón abundantes restos de conchas que prueban que los neandertales también explotaban los recursos marinos, pero nunca ha hallado evidencia de que comiesen ballenas. “Lo más interesante es que la especie de ballena que encontraron es típica del hemisferio sur” comenta el arqueólogo. Es posible que el avance de los hielos antárticos empujase a aquel cetáceo perdido hasta su tumba andaluza.

domingo, 13 de enero de 2013

EL PIEROLAPITHECUS.

El descubrimiento de un nuevo homínido fósil en una pequeña localidad de Barcelona en el año 2002, más concretamente en un vertedero, dio la vuelta al mundo. Impulsado por su publicación en la revista Science, Pierolapithecus, popularmente conocido como Pablo, ha protagonizando la investigación sobre el origen de la familia de los homínidos durante casi una década. Pero después de más de 20 publicaciones de alto nivel sobre este simio fósil, un nuevo artículo nos descubre todavía características de su anatomía, que confirman a Pierolapithecus como uno de los homínidos más primitivos que se conocen.

Miriam Pérez de los Ríos, miembro del Grupo de Investigación de paleoprimatología y Paleontología Humana, es la primera autora del artículo "The nasal and paranasal architecture of the Middle Miocene apela Pierolapithecus (primates: Hominidae): Phylogenetic Implications ', que se 'adentra en el interior de la cara de este homínido. La investigación, publicada recientemente en la revista Journal of Human Evolution, aplica la técnica de la tomografía computada-la misma que permite diagnosticar enfermedades y lesiones en humanos-para descubrir rincones escondidos en los restos fósiles de Pierolapithecus.
 
Pierolapithecus es un espécimen muy singular, lo único que conocemos de este género y especie de homínidos, que vivió hace unos 12 millones de años en la Cuenca del Vallès-Penedès. De su esqueleto se recuperaron más de 80 restos en los yacimientos del Vertedero de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona), entre los que destaca el esplacnocráneo, la ya más que conocida cara de Pau. Cada uno de estos fósiles, y no digamos su cara, son piezas de un excepcional valor científico y patrimonial.

A través de la observación directa se ha podido explorar multitud de detalles, que fueron desgranando como era en Pablo: postura ortògrada, con el torso erecto y los omóplatos en la parte posterior de la espalda, un pulgar relativamente largo en relación con la longitud de la mano, como ocurre también en los humanos y que nos muestra que no podría colgarse de los árboles; visión estereoscópica, ya que la parte superior de la nariz está en el mismo plano que los ojos, y un largo etcétera. Pero aunque hemos aprendido mucho sobre él, existe todavía una discusión científica sobre la posición de Pierolapithecus en la filogenia de los homínidos: unos lo sitúan como uno de los homínidos más primitivos, y otros como uno de los primeros homininos.

Los homínidos incluyen todos los grandes simios, actuales (chimpancés, bonobos, orangutanes y gorilas) y extintos, mientras que los homininos son una subfamilia que incluye a los humanos, así como los integrantes de su línea evolutiva directa, gorilas, bonobos y chimpancés. Los orangutanes, miembros actuales del género Pongo, no son homininos. La discusión es, pues, sobre si Pierolapithecus es un hominis o un homínido basal.

El estudio de las estructuras neumáticas del cráneo de Pierolapithecus, las cavidades paranasales, así como otras estructuras del paladar y de la zona nasal, han aportado nuevos datos a esta discusión, que señala una vez más a Pablo como uno de los homínidos más antiguos, es decir, anterior a la diversificación de los primeros homininos.

Más concretamente, la observación de la estructura interna de la esplacnocráneo, gracias a la realización de una tomografía computarizada de alta definición, ha permitido observar que su seno maxilar presenta características intermedias entre los pongins estrictos (como Sivapithecus y los orangutanes actuales) y los kenyapitecins, primates hominoideos basales. También como los orangutanes, Pierolapithecus no tiene senos frontal, y sus canales lacrimales se desarrollan hacia delante como en los póngidos y no verticalmente como en los grandes simios africanos. Otras características como la base de la cavidad nasal-que incluye el paladar-apuntan a una semejanza más directa con los driopitecins, como Dryopithecus y Hispanopithecus, homínidos europeos extintos y similares a pongins. Sin embargo, estas últimas estructuras no están muy bien conservadas, y no es posible afirmar este resultado con la misma seguridad. Por otra parte, los turbinals, las láminas óseas que se desarrollan en la cavidad nasal para sustentar las partes blandas de la nariz, se desarrollan de una manera muy similar a Pongo.
 

Todos estos datos muestran que Pierolapithecus presentaba un mosaico de características propias de los homínidos primitivos, así como algunas derivadas de los pongins, que son inconsistentes con la hipótesis de que Pablo fuera uno de los primeros homininos. Queda por confirmar con datos craniodentals y postcraneales la conclusión de este artículo, que afirma que Pierolapithecus, y otros driopitecins, forma parte de un grupo hermano de los pongins actuales.
 
 


ESTACION DE SIEGA VERDE (CIUDAD RODRIGO, SALAMANCA), ARTE PALEOLITICO AL AIRE LIBRE.

Estación rupestre de la Siega Verde fue descubierta a finales de los años 80 del siglo XX es uno de los conjuntos paleolíticos al aire libre más importantes en Europa

La estación rupestre de arte solutrense-magdaleniense se ubica en la ribera del río Águeda, a unos 15 km de Ciudad Rodrigo (Salamanca), zona de paso, de control y de observación de los animales que se acercaban a abrevar a la zona. Nuestros más remotos antepasados lo consideraron un emplazamiento estratégico. Está señalizada y su visita se completa con el acceso al Aula Arqueológica de Siega Verde, muy próxima al yacimiento.

Fue descubierto hace relativamente pocos años, puesto que fue a finales de los años 80 del siglo XX, cuando se comenzó a estudiar este yacimiento paleolítico, de difícil visibilidad. Siega Verde, junto al yacimiento "hermano" de Foz Côa, al otro lado de la frontera con Portugal, son de los conjuntos paleolíticos al aire libre más importantes en Europa.

Siega Verde es un yacimiento donde los afloramientos rocosos de esquisto son mayoritarios, y tienden a situarse en la orilla izquierda del río Águeda. Las rocas decoradas con grabados tienen un recorrido de 1300 metros, con aproximadamente unos 500 motivos figurativos entre signos (retículas, haces rectilíneos, óvalos,…) y animales (caballos, uros, ciervos y cápridos). En las rocas de esquisto se dibujaron los perfiles de los animales, pero en ocasiones se añadieron trazos que representaron detalles anatómicos como crines, hocicos, musculatura, pelaje, lo que demuestra el conocimiento anatómico que demostraba tener el artista. Estos animales se representan por un lado como seres pesados y a veces desproporcionados, pero por otro presentan detalles internos convencionales que les proveen de masa corporal.

Este imaginario grabado se realizó de manera coetánea con la técnica del piqueteado (para las figuras de mayor tamaño) y con incisiones continuas simples, que ha hecho pensar a los investigadores en una intención por parte de los artistas de forjar una composición "monumental" en los paneles decorados. En ocasiones, se presentaron combinadas con ambas técnicas de grabado, la abrasión o raspado, que forma surcos más anchos y profundos. La pareja uro-caballo formarían el centro de las lajas de piedra, y se habrían realizado con la técnica del piqueteado, mientras que el resto de herbívoros, trazados con incisiones continuas, flaqueaban los lados de la pareja central, y que posiblemente fuese el motivo más importante para los habitantes de la región.

Las figuras de los paneles pueden formar escenas o aparecer en solitario, en movimiento o en reposo, pero el significado de estas representaciones se nos escapa. Existen auténticas teorías que tratan de explicar el porqué del arte paleolítico y su simbolismo. Posiblemente fuesen una manera mágica de propiciar la caza o señalar la distribución de los territorios de caza de los grupos humanos de la región. Otras teorías explicativas se basan en el arte por el arte, el totemismo, el arte mágico o magia de la fecundidad, el arte estructurado (o estructuralismo) y el chamanismo.

Aunque caballos, bóvidos y cérvidos suponen el mayor porcentaje de las especies animales grabadas en la Siega Verde, las imágenes de otros animales, extinguidos en estas latitudes, nos retrotraen a una época en la que el clima era bastante diferente al actual, y en ,la que alternaban períodos templados con otros muy fríos en un corto espacio (relativo) de tiempo. Hablamos de especies adaptadas a climas glaciales, tales como renos, bisontes o rinocerontes lanudos.

Las similitudes entre los grabados de esta estación con las representaciones de Foz Côa (la estación rupestre al aire libre más importante de arte paleolítico del mundo, incluido por la UNESCO en 1998 en la Lista de Patrimonio Mundial) y aspectos y matices mostrados por los elementos parietales de las cuevas cantábricas, nos permiten asegurar una antigüedad de 20000 a 12000 años antes de nuestra era. La Siega Verde ha sido añadida a la misma Lista de la UNESCO que Foz Côa.

A la luz de yacimientos tan espectaculares e importantes, se piensa que en realidad, el arte al aire libre fuese el más común en el Paleolítico, pero la erosión, tanto natural como la propia actividad destructiva humana durante milenios hubiesen impedido su supervivencia en nuestro tiempo.

UN GRUPO DE ARQUEOLOGOS HALLAN UNAS PINTURAS DEL PALEOLITICO SUPERIOR EN UNA CUEVA ALICANTINA.

Un grupo de arqueólogos ha hallado trazos de pinturas y restos de piezas de sílex correspondientes al Paleolítico Superior en una cueva del término municipal de Pedreguer, en la comarca alicantina de la Marina Alta.
 
La presencia de estos trazos de pinturas, de formas geométricas y zoomórficas, correspondientes al citado periodo prehistórico "es algo insólito hasta la fecha" en la Comunidad Valenciana, según ha afirmado a Efe el arqueólogo Juande Boronat, uno de las personas que ha participado en este hallazgo.
 
Sin embargo, la existencia de grabados en las paredes de esta cueva no es novedoso pues existen ejemplos en otras localizaciones de la geografía valenciana.
 
Aunque el hallazgo tuvo lugar en agosto de 2011, cuando este grupo de arqueólogos se adentró en la citada cueva -conocida por los espeleólogos como la Cova del Comte-, ha sido ahora cuando se ha dado a conocer, después de que la Dirección General de Patrimonio ordenara la instalación de elementos de seguridad para evitar posibles expolios.
 
La Cova del Comte está localizada a 260 metros de altura, al pie de una zona escarpada que perfila el curso medio del Barranco de la Parra, en el marco de una paisaje abrupto y de fuertes pendientes.
La concavidad, con una longitud de 60 metros y un desnivel de unos 12 metros, ha sido dividida por los arqueólogos en cuatro zonas: una sala de entrada, una galería en forma de gatera, una sala interior y otra gatera al final de su trazado.
 
Es en la sala interior, de unos 23 metros de longitud, "amplia, alta y con una fuerte pendiente", según han explicado fuentes de la Fundación CIRNE, entidad promotora de esta investigación, donde los arqueólogos han hallado grabados y pinturas que representen figuras zoomórficas (caballos, cabras y ciervos) y figuras abstractas, como círculos concéntricos, rectángulos y trazos similares a conchas.
 
Al margen de esta "decoración prehistórica", fijada entre los 18.000 y los 16.000 años antes de Cristo, también se han hallado restos óseos y restos de piezas de sílex, ha apuntado Boronat, quien ha subrayado "el potencial arqueológico" que puede tener esta cueva.
 
De hecho, la cueva presenta "unos importantes valores de carácter etnológico y natural", ya que esta cavidad pudo ser utilizada como corral.
 
A raíz de este hallazgo, la Fundación CIRME, en colaboración con la Dirección General de Patrimonio de la Generalitat Valenciana, está redactando un proyecto de investigación de la cueva que incluye, entre otras acciones, excavaciones arqueológicas en el interior de la misma.