lunes, 27 de agosto de 2012

RESTOS DE HOGARES PALEOLITICOS EN LA CUEVA DE EIRÓS.

El equipo de arqueólogos que está coordinando las excavaciones en la Cova Eirós sigue realizando hallazgos importantes en el yacimiento y, después de encontrar las primeras muestras de arte rupestre del noroeste peninsular, ha localizado restos que apuntan a la existencia de hogares del paleolítico medio y superior en esa gruta del municipio lucense de Triacastela.
 
En declaraciones a EFE, uno de los coordinadores de la excavación, Arturo de Lombera, confirmó que los hallazgos que se están produciendo van "en la línea" de los realizados el pasado año, en la cuarta campaña de excavaciones en el yacimiento de la Cova Eirós, lo que a su juicio "es bueno", porque "demuestra que las hipótesis de las que partía" el equipo de investigación "son correctas".
 
Después de hallar los "primeros restos de arte parietal paleolítico" que han sido localizados en Galicia, en forma "de pinturas y grabados rupestres", los arqueólogos han encontrado ahora señales de huesos quemados en dos niveles diferentes de las excavaciones, que insinúan la existencia de dos hogueras.
 
En concreto, según informó el codirector de las investigaciones, han sido localizadas las huellas de un hogar en el nivel que marca unos 118.000 años de antigüedad, que se corresponde con el paleolítico medio, en la zona de la entrada de la cueva, por lo que los arqueólogos han empezado a excavar para seguir documentando el hallazgo.
 
Con todo, una de las principales novedades es que también han localizado huesos quemados en el nivel que se corresponde con unos 30.000 años de antigüedad, en este caso del paleolítico superior.

 
Esas señales apuntan indicios de la existencia de un posible hogar en la cueva durante esa época, aunque el coordinador de las excavaciones reconoció que son pruebas que habrá que verificar, dado que el fuego pudo originarse de forma fortuita en la entrada de la gruta.
 
Además, en el sector de la entrada de la cueva han aparecido restos de fauna e industria lítica, incluso tallas laminares que, según Arturo de Lombera, no se encuentran en el paleolítico medio, lo que contribuiría a reforzar la hipótesis de que en la misma caverna vivieron, en épocas diferentes, Homo Neanthertales y Sapiens.
 
Por otra parte, los arqueólogos buscan también en el interior de la gruta restos que se puedan asociar con las manifestaciones de arte rupestre encontradas en el yacimiento, pero de momento sólo han localizado vestigios que podrían ser de origen medieval, como un punzón de hueso.

 
Las investigaciones que se están desarrollando en el entorno de la Cova Eirós, por parte de arqueólogos de las universidades de Santiago de Compostela y de la Rovira y Virgill (Tarragona), forman parte del proyecto "Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno en la cuenca media del Miño".
 
Desde 2008, se han desarrollado, si contamos la actual, cinco campañas de excavaciones en la cueva, y en la entrada ya se han localizado varios niveles de ocupación del Paleolítico Medio y Superior, con una antigüedad que oscila entre 85.000 y 35.000 años, así como restos de la Edad de Bronce y del medievo.
 
El director del proyecto es el historiador Ramón Fábregas, mientras que Arturo de Lombera y Xosé Pedro Rodríguez actúan como coordinadores de las excavaciones, en las que participan catorce arqueólogos y que continuarán en el yacimiento de Triacstela hasta el día 9 de septiembre.

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