martes, 18 de octubre de 2011

HOMO MAURITANICUS.


Algunos prehistoriadores ha propuesto de la posibilidad de una colonización del continente europeo a través del estrecho de Gibraltar. Pero nunca se han podido aportar pruebas solventes para sostener esta hipótesis; es más, todas las evidencias sugieren que la evolución humana en el norte de África no tuvo nada que ver con la que sucedía al otro lado del mar. Hasta la llegada de los tiempos históricos el Mediterráneo no fue el medio de conexión entre todos los pueblos de la región, sino una barrera infranqueable.
 
El norte de África fue colonizado por el género Homo hace al menos dos millones de años, prácticamente desde su origen en el este del continente. Así lo testimonian varios yacimientos de Túnez (Wadi Saura), Argelia (Ain Hanech) y Marruecos (Tardiguet-er Rahla y Douar-Doum), en los que se han hallado millares de herramientas de confección muy arcaica y donde algún día aparecerán fósiles humanos. La falta de yacimientos de esta época en otros países, como Libia, puede tener más relación con la inestabilidad política y la ausencia de investigaciones que con las posibilidades reales de su existencia.
 
La progresiva expansión del desierto del Sahara durante el Pleistoceno dejó aislado el norte de África de los centros principales de la evolución humana durante milenios. Sin embargo, existen datos a favor de reverdecimientos cíclicos de esa enorme región, que pudieron favorecer la vida de los homínidos y su migración hacia la rivera sur del Mediterráneo. Las zonas costeras de Argelia y Marruecos tienen yacimientos fabulosos, como los de Sidi Abderrahaman, Thomas Quarry, Rabat y Salé (Marruecos) o el de Tighenif (Argelia). Este último fue excavado en los años 1960 por el geólogo francés Camille Arambourg. Se estima que este yacimiento tiene unos 700.000 años de antigüedad y en él se encontraron varios fósiles humanos, atribuidos en principio a la especie Homo mauritanicus. Por aquello de que Europa empieza en los Pirineos, algunos colegas han querido mezclar en la misma especie a los fósiles del norte de África con los del yacimiento de Gran Dolina de la sierra de Atapuerca (Homo antecessor). Por razones de prioridad taxonómica, la especie Homo antecessor tendría que desaparecer.
 
Lo más curioso del caso es que estos colegas no aportan datos para soportar sus hipótesis, sino que utilizan lo que yo denomino «criterio de autoridad académica». Los paleoantropólogos del CENIEH si hemos realizado el correspondiente estudio de anatomía comparada entre los fósiles de Tighenif y los de Gran Dolina. Las diferencias son tan obvias, que resultan incluso llamativas. Los homínidos de Europa y los del norte de África estuvieron ciertamente muy próximos, pero su evolución fue totalmente independiente durante todo el Pleistoceno. 

Articulo realizado por Jose Maria Bermudez de Castro.

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